Las calles no son carreteras, son espacios públicos: Proyecto Rambla Pedro Aguirre Cerda

Poner en valor las edificaciones patrimoniales de la diagonal, concibiendo el espacio público como un verdadero “telón de fondo”.

Concepción es una ciudad fluvial de 230.000 habitantes. Entre sus funciones destaca ser una ciudad prestadora de servicios, deportiva, turística y universitaria-cultural. La presencia de una universidad centenaria, con más de 20.000 estudiantes, supone un importante flujo de peatones que se desplazan en gran número por una vía emplazada en forma diagonal y que se denomina “Diagonal Pedro Aguirre Cerda”.

Esta vía presentaba pavimentos deteriorados, calzadas sobredimensionadas, aceras angostas, iluminación deficiente, ausencia de mobiliario urbano y un paisajismo deteriorado. En síntesis, era una vía que privilegiaba al automóvil a pesar del alto flujo peatonal. En base a ello, se concibió un proyecto elaborado por la propia municipalidad, en dos etapas, tendiente a recuperar este espacio público para los habitantes de la ciudad. Su propósito fue poner en valor su contenido patrimonial y fomentar los usos urbanos que aportan valor al conjunto. En consecuencia, el proyecto debía recuperar áreas para las personas; usar en forma eficiente el espacio público; establecer área de calmado de tránsito; lograr la accesibilidad universal; alcanzar una iluminación eficiente; asegurar una percepción de seguridad y aumentar la arborización.

El concepto unificador del proyecto fue: Poner en valor las edificaciones patrimoniales de la diagonal, concibiendo el espacio público como un verdadero “telón de fondo”.

Actualmente, el proyecto está concluido, siendo una intervención urbana altamente valorada, por la comunidad y que alcanza plenamente los objetivos trazados.

Aportación estratégica

El desarrollo del proyecto supuso un desafío para los entes técnicos y profesionales de la municipalidad, que desarrollaron el proyecto buscando una imagen de modernidad, dentro del presupuesto disponible.
El proyecto aportó una rica experiencia en la relación con la comunidad residente, como ente consultado en todo momento, en donde sus aportes fueron siendo incorporados al diseño.
La ejecución del proyecto implicó alteraciones en la funcionalidad urbana que se debió sortear, a lo que se sumó las inclemencias del tiempo.
La mantención del proyecto es un reto permanente del municipio, considerando el alto uso que este espacio público presenta, que es un atractivo para el comercio ambulantez.

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