CIDEU y la red SIMUS están elaborando un “Manual de herramientas de buenas prácticas de movilidad urbana sostenible en contexto de crisis”, en el marco del proyecto “Derecho a la ciudad y movilidad sostenible e inclusiva en contexto de crisis”, que ejecutan con el apoyo de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).

Como parte del proyecto se ha previsto la realización de talleres participativos con representantes de gobiernos locales paragarantizar la calidad de este instrumento, que estará al servicio de todas las ciudades de Iberoamérica.  

El día 15 de julio se realizó el primer taller, para validar el enfoque y la metodología diseñada para la sistematización de buenas prácticas, y con ello asegurar que el manual será un instrumento útil para las ciudades. Ese ejercicio se realizó en el marco de una de las sesiones de la Microrred de Movilidad Sostenible que impulsa CIDEU, en el que participan referentes de movilidad de las ciudades de Córdoba (Argentina), Medellín y Tunja (Colombia), Mérida (México), Quito (Ecuador), Zaragoza (España) y el Consejo Estratégico de Santiago de los Caballeros (Rep. Dominicana).

Utilizando la herramienta Jamboard, las personas participantes validaron tanto la metodología (categorización y criterios de aplicabilidad) como las fichas técnicas de buenas prácticas, así como la utilidad del manual que se ofrecerá a los municipios como herramienta de referencia y acompañamiento en las situaciones de crisis.

El segundo taller se realizó el 22 de julio, con el objetivo de analizar y proponer con gobiernos locales y regionales la incorporación de la variable de género e inclusión en las herramientas para seleccionar y categorizar las buenas prácticas y así asegurar que se incluya una perspectiva de género e inclusión en el manual de buenas prácticas.  Participaron técnicos/as de Lima (Perú), Bogotá (Colombia), Guadalajara y Pachuca (México), Montevideo (Uruguay), Barcelona (España) y Santiago (Chile).

Se contó con la participación de Andrea Magnani, experta en género e inclusión, que en su intervención titulada “Pensar la ciudad con lentes violetas”, destacó por qué las ciudades necesitan políticas de movilidad con perspectiva de género y cómo los espacios públicos han sido pensados desde lo productivo y no desde lo reproductivo, lo que ha llevado a reproducir lógicas de desigualdad en las ciudades.  

Después se abordó la metodología a implementar para la sistematización de las buenas prácticas, por medio de una actividad participativa donde las ciudades aportaron su visión sobre la categorización y criterios de aplicabilidad. El cierre estuvo a cargo de la experta mexicana Gisela Méndez, quien sintetizó recomendaciones para el manual, señalando que la perspectiva de género debe ser transversal, pues cada acción o intervención urbana debe contribuir a romper los estereotipos de género.